Pese a que han transcurrido más de veinte años desde la prohibición del uso del uso del amianto en la construcción de edificios, sus efectos nocivos siguen presentes. Solo en Europa, y de acuerdo con cifras de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), 88.000 personas mueren al año como consecuencia de la inhalación de este material. Además, algunos estudios internacionales indican que, a pesar de la creencia general, no es necesario que el amianto se rompa para que sus nocivas fibras de desprendan.
La Unión Europea fijó como objetivo la retirada del amianto de todos los edificios públicos antes de 2028 y de toda la unión en 2032. En España la Ley estatal 7/2022, del 8 abril, estableció que los ayuntamientos debían presentar un censo y calendario de retirada que debió entregarse en abril de 2023. No obstante, a pesar de todos los esfuerzos, estos objetivos no parecen realistas: solo en Cataluña se calcula que existen 4,2 millones de toneladas de cubiertas de fibrocemento con amianto y, anualmente, se retiran 20.000 toneladas. Para su total erradicación a este ritmo se necesitarían unos 200 años.
Nadico, como ingeniería multi-especialista en edificación industrial, dispone de técnicos especializados con los conocimientos específicos suficientes, para transformar la obligación de la retirada del fibrocemento con amianto en resultados tangibles. Así, desde la compañía acompañan a sus clientes para que tomen las decisiones más adecuadas para que exista un equilibrio real entre la sostenibilidad económica y ambiental de sus inversiones.
Desde Nadico valoran todas las variables, tales como la mejora térmica y acústica de las cubiertas y envolventes o el aprovechamiento de superficies para captación solar, para que toda la inversión en materia de energía limpia se convierta en oportunidades reales.