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La demanda eléctrica mundial aumentará un 4% en los próximos dos años

El consumo global de electricidad está experimentando su crecimiento más acelerado en los últimos años, según el informe Electricidad 2025 de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés). Este documento anticipa que la demanda mundial de electricidad aumentará casi un 4% anual hasta 2027, impulsada por un mayor uso de energía en diversas áreas de la economía. Entre los factores clave que contribuyen a este aumento se encuentran la mayor demanda de electricidad para la producción industrial, el incremento del uso de aire acondicionado, el avance de la electrificación, especialmente en el sector del transporte, y el rápido crecimiento de los centros de datos.

La IEA destaca que estamos atravesando una fase de crecimiento sin precedentes en la demanda eléctrica global. Según el informe, la mayor parte de esta demanda adicional provendrá de las economías emergentes y en desarrollo, que representarán el 85% del incremento en la demanda durante los próximos tres años.

Este fenómeno es especialmente notorio en China, donde la demanda eléctrica ha crecido más rápidamente que la economía en su conjunto desde 2020. En 2024, el consumo eléctrico en China aumentó un 7%, y se prevé que crezca a un ritmo promedio del 6% anual hasta 2027. Este crecimiento está siendo impulsado principalmente por la industria, que incluye sectores tradicionales de alto consumo energético y la expansión de industrias como la fabricación de paneles solares, baterías, vehículos eléctricos y materiales relacionados.

Por su parte, en Estados Unidos también se anticipa un fuerte aumento en la demanda eléctrica, mientras que en la Unión Europea se espera que el crecimiento sea más modesto, con niveles que no se recuperarán completamente hasta 2027, tras las fuertes caídas experimentadas en 2022 y 2023 debido a la crisis energética.

Renovables para satisfacer la demanda creciente

En cuanto a las fuentes de energía para cubrir este aumento en la demanda, el informe de la IEA señala que las energías de bajas emisiones, principalmente las renovables y la energía nuclear, serán suficientes para satisfacer todo el incremento en la demanda mundial de electricidad durante los próximos tres años. Se estima que la generación de electricidad a partir de la energía solar fotovoltaica cubrirá aproximadamente la mitad de la creciente demanda global hasta 2027, beneficiándose de la caída en los costos y el apoyo de políticas públicas.

La energía solar fotovoltaica superó al carbón como fuente de generación eléctrica en la Unión Europea en 2024, y su participación en el mix energético alcanzó más del 10%. Se prevé que China, Estados Unidos e India verán que la participación de la solar fotovoltaica en su producción eléctrica anual llegue al 10% para 2027.

Además, se espera que la generación nuclear de electricidad alcance nuevos máximos anuales a partir de 2025, lo que contribuirá significativamente a la satisfacción de la demanda.

Estabilización de las emisiones de CO2

Gracias a estas tendencias, se estima que las emisiones de dióxido de carbono provenientes de la generación mundial de electricidad se estabilicen en los próximos años, luego de un aumento de aproximadamente un 1% en 2024.

Tensiones en los sistemas eléctricos y la volatilidad de los precios

El informe también analiza algunas de las principales tensiones que enfrentaron los sistemas eléctricos en 2024, como tormentas invernales en Estados Unidos, huracanes en el Atlántico, apagones en Brasil y Australia debido a fenómenos meteorológicos extremos, y sequías que redujeron la producción de energía hidroeléctrica en Ecuador, Colombia y México. Estos eventos resaltan la importancia de mejorar la resiliencia de los sistemas eléctricos frente a condiciones climáticas extremas.

Asimismo, el informe aborda la creciente volatilidad de los precios mayoristas de electricidad en algunas regiones, lo que subraya la necesidad de una mayor flexibilidad en los sistemas eléctricos. Aunque los casos de precios negativos de electricidad han aumentado en algunos mercados, siguen siendo relativamente raros a nivel mundial. La IEA concluye que estos incidentes reflejan una falta de flexibilidad en el sistema eléctrico, debido a factores técnicos, regulatorios o contractuales.