El pasado 28 de febrero, durante el evento Espacio NAN Rehabilitación 2024, se celebró una mesa de diálogo en la que participaron Fernando Prieto, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Rehabilitación y Reforma (ANERR), y María Ángel López Amado, directora del Observatorio 2030 del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE). Ambos expertos analizaron el papel de la rehabilitación y el diseño urbano en la mejora de la calidad de vida.
María Ángel López Amado puso el foco en el concepto de ciudades de proximidad, promoviendo un urbanismo que favorezca la movilidad peatonal, el acceso a servicios básicos y la creación de espacios seguros desde una perspectiva de género. También destacó la importancia de generar identidad y comunidad a través del diseño urbano y abogó por campañas de comunicación accesibles que sensibilicen sobre los beneficios de la rehabilitación en la salud física, mental y social.
Por su parte, Fernando Prieto abordó el tema desde una perspectiva más técnica, destacando cómo la rehabilitación y reforma de viviendas contribuyen a mejorar la calidad de vida de los residentes. Señaló intervenciones clave, como la instalación de ascensores, el aislamiento térmico y acústico, y la modernización de edificios, que además de mejorar el confort, generan ahorro energético y revalorizan los inmuebles. También identificó desafíos del sector, como la escasez de mano de obra cualificada, la necesidad de industrializar procesos y la integración de pequeñas empresas en el mercado de la rehabilitación.
Ambos ponentes coincidieron en la importancia de combinar rehabilitaciones integrales con intervenciones más pequeñas y accesibles. Asimismo, subrayaron la necesidad de un marco normativo más flexible y de estrategias de financiación eficaces para impulsar proyectos a gran escala.
Un punto clave del debate fue la próxima directiva europea sobre prestaciones de los edificios, que impondrá nuevos requisitos en sostenibilidad y eficiencia energética. Prieto destacó esta normativa como una oportunidad para estructurar mejor la rehabilitación, proponiendo herramientas como el pasaporte de edificio, que permitiría planificar reformas por fases de manera organizada.
Para concluir, López Amado hizo un llamamiento a que los fondos europeos destinados a la emergencia climática incluyan un enfoque social, garantizando la accesibilidad universal en todos los ámbitos. Prieto, por su parte, subrayó la necesidad de cambiar la percepción de la rehabilitación, convirtiéndola en un objetivo deseable y aspiracional para la ciudadanía.